viernes, 15 de febrero de 2008

¿Tiene que ver la pobreza con la raza?


En Estados Unidos, los integrantes de la burguesía negra, son seres ambiguos. No son completamente aceptados por la elite blanca y parte de su gente los rechaza.
La génesis del racismo, tanto en América Latina como en los Estados Unidos, no es endógena, no proviene de la cultura ni de la ideología, sino que tiene raíces netamente económicas.
En las plantaciones azucareras de las Antillas, los negros eran explotados hasta el límite de sus posibilidades y luego desechados, tal como se hace con las bestias. En Estados Unidos fue diferente.

La oligarquía sureña, organizó una sociedad racialmente separada, sin dar ninguna participación a los negros en sus metas, su proyectos nacionales y sus luchas, creando condiciones para su reproducción en un intentó por mantener la esclavitud aun cuando no existiera la trata de esclavos.

Esos fenómenos explican el tratamiento cruelmente benévolo que los esclavistas daban a sus dotaciones, permitiéndoles formar familias y premiando su buen comportamiento con migajas de libertad. Esa filosofía dio lugar a una raza triste, sumisa y resignada que pobló el sur de los Estados Unidos y cuya aspiración, salvo excepciones, no fue eliminar el yugo blanco sino ascender en la escala social hasta llegar hasta donde ellos se encontraban.

Andando el tiempo esa formula encontró espacio en la protesta pasiva, no violenta que prevaleció y convirtió lo que debió ser una lucha de liberación en una limitada exigencia de ciertos derechos.
Después de que Luther King y Kennedy lograran el fin de la segregación racial, apareció una elite de negros ilustrados y triunfadores, bellos, elegantes, incluso ricos, cuya presencia en las escuelas y universidades, la televisión, los bufetes, las cortes, en Hollywood e incluso en la política, crearon el espejismo de una igualdad genuina.

El ejercicio de hipnosis ideológica, no es perfecto. En ciertos círculos, la rebeldía se reproduce y episódicamente ocurren destapes como el mostrado por Katrina, que revelan la verdad, lo ocurrido en Nueva Orleáns pudo haber sucedido también en Chicago, Boston o Nueva York o en cualquier parte de la Unión.

COMENTARIO:
Viendo la historia de los Estados Unidos, la inequidad que hubo en la época (y que intrínsecamente sigue habiendo hasta la actualidad) denota que la INEQUIDAD DE OPORTUNIDADES (que es un problema de América Latina también) es el mayor traspié para las políticas de reducción de la pobreza.

En América Latina se observan diferencias según raza o etnia, entre rural y urbano, entre ricos y pobres, entre áreas geográficas, entre géneros: En el acceso a activos/servicios y los retornos a los mismos. a) Nivel y calidad de educación y salud; b) Infraestructura, (caminos, energía, agua y saneamiento); c) Acceso a crédito, justicia, servicios de seguridad, seguridad de contratos; d) Capital social y redes.
La raza y la etnia constituyen una fuente más significativa de desventaja en los ingresos que el género, por ejemplo la población indígena de la región percibe en promedio 46% a 60% de los ingresos que reciben quienes no son indígenas, mientras que las personas mestizas y las de raza negra de Brasil perciben apenas la mitad del ingreso promedio que reciben los individuos de raza blanca

1 comentario:

Unknown dijo...

Me resulta tendiente a la falsía los que escribes, consulta los IQ’s por razas y genero ahí tendrás muchas respuestas